miércoles, 2 de junio de 2010

Reglamento Provisional del Hospicio de Insanos (Lima, 1897)



Ya antes en esta bitácora hemos reseñado la fundación del primer manicomio de Lima (El nacimiento del manicomio en el Perú), en el año de gracia de 1859 y que formalmente llamado fue Hospital de la Misericordia, antecedente inmediato del hasta hoy existente Hospital Psiquiátrico Víctor Larco Herrera. No quedan hoy  vestigios arquitectónicos de dicha edificación -ni siquiera se conoce con certeza en qué solar de los extramuros limeños húbose edificado- y la memoria histórica muy escasa es al respecto, con excepción de contadas reliquias que se conservan almacenadas en inconcluso museo, es tangible ejemplo esta 'cama restrictiva', propiamente una jaula de madera para pacientes agitados y violentos, lujo de los recursos 'terapéuticos' de esos días en el añoso Manicomio de Lima :


Foto: SSP.

Foto: SSP.

Otro documento valioso para reconstruir la memoria histórica de dicha etapa de la psiquiatría y en general de la sociedad peruana de aquella época (séanos excusada la perogrullada de repetir que la psiquiatría es un producto social a fin de cuentas) es el que en esta ocasión, por amable cortesía del flamante electo presidente de la Sociedad Peruana de Historia de la Psiquiatría, Dr. Santiago Stucchi, presentamos. El 'Reglamento Provisional del Hospicio de Insanos' nos permite reconstruir la normativa de aquel entonces cuando el gobierno fáctico del Hospital se hallaba en manos de personal eclesiástico (las Hermanas de la Caridad); se consideraba preciso explicitar entre los deberes de la capellanía el encomendar el alma de los que fallezcan; se programaban los pedidos de medicamentos a Europa (tiempos aquellos, no había 'Big Pharma'); se prodigaban procedimientos electroterápicos (nada tenían que ver con el electrochoque); se almorzaba a las diez de la mañana y cenaba a las cuatro de la tarde; se prescribía admonitivamente a los guardianes de no reír frente a los pacientes y no permitirles conversar entre ellos; asaz de otras minuciosas prerrogativas para el mejor cuidado y bienestar de los enagenados (sic).

Ciertamente es muy decidor de la idiosincrasia nacional el que se denomine 'provisional' a un documento que devino, año tras año, en definitivo -y que, de hecho, el Manicomio haya funcionado casi 40 años sin un reglamento formalmente elaborado-. Por eso alguien ha dicho que el Perú es el país 'del mañana': no por su promisorio futuro precisamente sino porque se deja todo  para mañana. No será el caso sin duda de nuestra flamante Sociedad Peruana de Historia de la Psiquiatría. Denodadamente bregaremos porque así no sea, eso sí: las reuniones empezarán a llevarse a cabo cuando encontremos el ignoto solar en que se edificó el antiguo Manicomio de Lima, es decir, mañana.

No cabe duda que a nuestra Sociedad le aguarda un auspicioso y destellante futuro.




3 comentarios:

sin pepas... dijo...

hum jum... mañana

Santiago Stucchi-Portocarrero dijo...

Vaya, y yo ni enterado de mi designación como presidente. Ni siquiera sabía de la existencia de aquella sociedad. Ya me enteraré... mañana.

Lizardo Cruzado dijo...

No es la manera más elegante de renunciar, Dr. Stucchi, disculpe que se lo haga notar. En el reglamento provisional de la Sociedad estipularemos eso... mañana, claro está.